sábado, 16 de febrero de 2008

Cuando… entonces…

Cuando encuentre en ti en la bruma
la suavidad de la espuma.
Contigo me quedaré.
Si me quieres, te querré.
No importa donde vayas, yo iré.

Cuando encuentre en ti el desvelo
de mis noches sin dormir
mis días por vivir yo te daré.

Cuando encuentre en ti el calor
de mis días de verano
de mi sol, de mi llano,
del horizonte lejano
de mis sueños, de mi ser.
Te he de querer.

Cuando encuentre en ti
el latido de la vida que perdura
en la hoja que alimenta
en la fruta que madura
lo eternal de lo que dura.
Entonces te querré.

Cuando hables las verdades
cuando laves bien tus ojos
de ceguera embadurnados
cuando veas en lo rojo, lo rosado
y mires al futuro
sin las nieblas del pasado.
Entonces te amaré.
Porque yo quiero
pacientemente, con suavidad
sin desespero.

1975

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