sábado, 24 de octubre de 2009

Nunca abras mi diario, gran amigo


Nunca abras gran amigo
las páginas de mi diario
para así saber
mis más íntimos secretos
e inquietudes.
Si acaso leyeras unas letras,
en sus páginas inquietas,
encontrarás
el secreto sagrado
de mis cuitas.
Si acaso allí tú vieras una foto,
una rosa perfumada junto a un lazo.
No preguntes de quién fue,
ni mires el retrato;
no te enteres nunca
de mi rodaje hacia el fracaso.

Nunca abras mi diario,
gran amigo
porque no comprenderás
lo que escribí,
quizás reverserás mis sentimientos;
lo que quise plasmar
con regocijo y alegría,
en tu vano entender
será un lamento.

Nunca abras mi diario,
gran amigo,
tu no entiendes
mi manera de decir,
tu no comprendes
mis dicharachos,
ni mis cosas
será en vano
que leerás
mi palabrear.
No sabrás
de quién fue el lazo,
el retrato, ni la rosa.

1974

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